Presentación

Este proyecto propone una aproximación filosófica que revise conceptual y normativamente el sentido de las fronteras estatales en el entorno generado por la emergencia de un mundo cada vez más globalizado e interdependiente.
Como límite territorial de los Estados, las fronteras han sido desde el inicio de la Edad Moderna un elemento central en la interpretación de su soberanía y del funcionamiento del sistema de relaciones internacionales. Las funciones asignadas no son, sin embargo, inmunes a las grandes transformaciones socio-económicas inducidas por los procesos de globalización, las mutaciones geopolíticas o la aceleración del cambio climático. Estas nuevas «circunstancias de la justicia» inciden a su vez en las dinámicas de representación, redistribución y reconocimiento, esto es, en las facetas política, económica y cultural de los principios regulativos de la justicia.
Las fronteras resultan relativamente inanes para contener espacialmente los principales retos de nuestro tiempo. El equipo del proyecto estudiará con especial atención cuatro ámbitos en los que se ha hecho evidente la necesidad de una apertura cosmopolita que supere la visión autárquica subyacente a las fronteras estatales, a saber:
1.- Fronteras, autogobierno democrático y derecho. En un mundo en el que se multiplican las externalidades transfronterizas, los Estados, ceñidos a sus límites territoriales, afrontan un serio problema de escala en la medida en que sus elecciones internas y las normas jurídicas que las implementan están constreñidas por acciones y decisiones que se toman más allá de sus fronteras y que por lo tanto quedan fuera de su control.
2.- Fronteras y redistribución. Mientras que los procesos de producción y distribución están estrechamente interconectados y actúan conjuntamente bajo la cobertura de la globalización, no existen estructuras institucionales que sirvan de marco permanente a la concertación interestatal destinadas a poner en marcha medidas redistributivas que aminoren las crecientes desigualdades globales.
3.- Fronteras y medio ambiente. Los daños medioambientales están disociados al menos en un triple sentido de los territorios sobre las que cada Estado asientan su jurisdicción: tanto en lo que concierne a la generaciónde los problemas como a la demarcación de su impacto y la resolución de sus consecuencias.
4.- Fronteras y movilidad humana. En el marco de la globalización, las restricciones migratorias no son neutrales en términos de equidad: operan como dispositivos coercitivos que constriñen en gran medida las oportunidades de las personas y genera importantes desigualdades distributivas.